-->

Monday 25 August 2008

Budismo y Yoga, Única Tradición

Yogui III En los recorridos entre montañas y valles de India, de Nepal, el suroeste de China (Ex Tibet), Kashmir, Afganistán y Pakistán existió una rica tradición de intercambio de conocimientos y enseñanzas yóguicas aproximadamente entre los siglos VII al XII, pues en aquella época, aun existía un amplio cuerpo dinámico y libre de tradicionalismos entre las diferentes filosofías y prácticas espirituales. Así era que ésta increíble y refinada sabiduría de la naturaleza del ser humano explotaba, cambiaba, maduraba y evolucionaba de la mano de estos grandes practicantes laicos y monásticos, creciendo y expandiendo su alcance geográfico y nivel de refinamiento en medio de estos valles y montañas.

Debido a los intercambios entre los Nath Siddhas (grandes practicantes del Hatha Yoga) y los Siddhas Budistas es que surgieron prácticas religiosas comunes entre estos dos grupos (también los tantras del shivaismo de cachemira y los budistas se amalgamaban). Por ejemplo, puedes corroborar que tanto en las tradiciones tántricas hindues como en las budistas se veneraba por igual a los Mahasiddhas Matsyenranath, Gorakshanath, Jalandhara y Krishnacarya que están dentro de los famosos y conocidos 84 Mahasiddhas Indios. También existen antecedentes que mencionan a otro Mahasiddha como Manikanatha (Jabir) quien fue inicialmente un Nath Siddha que luego se relacionó al linaje budista que viene desde Padmasambhava (nacido en (aprox.) Afganistán, Pakistán o Cachemira), y que en este caso luego continuó con Manikanatha y luego Vajranatha, etc.

La verdad es que las tradiciones originales de los yogas "del esfuerzo", Raja Yogas (Hatha Yoga o Kriya Yoga) de los Siddhas Indios, y los yogas del esfuerzo budistas como el Chandali Yoga o el Tsa-Lung Trul-Khor tienen un mismo origen en relación a las técnicas yóguicas sobre las cuales las fuerzas fundamentales de la mente o la polaridad shiva-shakti se entendían en su aspecto más esencial de la constitución del ser humano y su conciencia.

Entonces podemos decir que, para los yogas "modernos" físicos (como hoy en día el Ashtanga Vinyasa de Krishnamacarya-Jois, Iyengar yoga y otros); como así también para los más antiguos, avanzados y más completos yogas mentales (Raja-Jñana, Laya, Hatha Yogas, el Advaita Vedanta [Sahaja] y el Patanjali Ashtanga Yoga y otros); el "cuerpo fundamental" o "fundacional" yóguico ya existía mucho antes en el tiempo histórico como parte de un conocimiento de antiguos Rishis. Este "cuerpo fundamental" también existía en los tiempos de Buddha, y él puso en práctica estadios avanzados de estos yogas durante sus prácticas ascéticas y meditativas, así como también en su meditación final antes de alcanzar el Supremo Samadhi lo que lo condujo a transformarse en un Buddha (ver los estudios del Prof. Erich Frauwallner, hindólogo y tibetólogo de la Universidad de Vienna por los años '60). Sin embargo en la tradición budista estos yogas -al ser tan avanzados/sutiles en cuanto a su mezcla conjunta con una práctica de meditación cotidiana- quedaron circunscritos a los retiros asociados a los Annutarayogas (los yogas mentales/físicos más avanzados del budismo). Aunque en la tradición budista Bon-Nygma-Dzogchen, aun hoy en día, en algunos de sus monasterios (como en el de Tritan Norbutse de Kathmandu, Nepal), ejercicios preliminares de estos yogas (Tib. Tsa-Lung Trul-Khor) se llevan a cabo diariamente por todos los estudiantes sin ningún tipo de discriminación ni prerequisito.

Todos estos yogas internos y físicos de alguna u otra forma buscaban generar un espacio de experiencia meditativa diferente y sublime tanto utilizando el cuerpo, sus glándulas y sistema energético como parte de un método mucho más amplio que desembocara "como un río" en la práctica de la meditación cotidiana. Esto finalmente conducía a una nueva percepción de la realidad, una percepción "vacua y gozosa", con la que luego el yogui podría "ver" o "realizar" directamente la divinidad-budeidad (i.e. cualidades-naturaleza) que yace en el interior del hombre. Sin embargo, esta nueva realidad o naturaleza innata (i.e naturaleza última) del hombre no podía ser accedida desde el estado corriente de la individuación de la conciencia, esto claramente correspondía al estado primitivo del ser con que se enfrentaban los yoguis. Es así que el ingrediente clave para cualquier experiencia yóguica verdadera fue la experiencia de la disolución de la dualidad, tanto del (skt.)Ahamkara (ego burdo) como del (skt.)Suksma-Ahamkara (ego sutil) por medio de la experiencia de la vacuidad o (skt.)Shunyata. La radiación positiva de la experiencia (nunca nihilsta) de la vacuidad-gozosa era profesada por los yoguis, los adeptos tantricos, los practicantes solitarios y los filósofos de aquellos valles y montañas; en aquella época todos sus puntos de vista coincidieron bajo una sola voz -pues la experiencia era la misma- y fue esto lo que dejaron como testimonio en sus tratados y comentarios aunque de una manera encriptada.

La vacuidad tal como se comprende en budismo, desde su primera apreciación en el Sutra de la Sabiduría Trascendental (Prajnaparamita Sutra), hasta su poética, y más elegante y precisa presentación en los yogas tántricos más excelsos del vajrayana tantra (los Annutarayogas), formó parte fundamental de todas las tradiciones avanzadas de filosofía y prácticas espirituales himaláyicas, y esto se ha mantenido incluso hasta hoy en día, como en el Raja Yoga (i.e. Hatha Yoga) y Jñana Yoga (i.e. Advaita Vedanta) y todas las ramas excelentes que llevan a cabo el camino yóguico en su alto grado de integridad y refinamiento.

En cuanto a los grandes tratados del yoga hindú, desde el punto de vista budista existen comentarios cuyo origen se inicia con las enseñanzas yóguicas de los pandits-siddhas indios Tilopa y Naropa y su esposa y consorte Niguma -como el llamado "Las Seis Ruedas Mágicas", un comentario hecho por el maravilloso Lama Je Tsongkhapa en referencia al Hatha Yoga Pradipika y que se relaciona a "Los Seis Yogas de Naropa"; también escribió otro tratado llamado "El Libro de Las Tres Creencias" en relación a las prácticas físicas de los yogas de esfuerzo del Tsa-Lung Trul Khor. Por otro lado Vairochana (el gran traductor que estudió con Shri Singha en India) escribió "La Rueda Mágica de la Unión del Sol y la Luna" sobre al cual actualmente se practica el Yantra Yoga del Dzogchen.

Así mismo no es de extrañar que la famosa "vacuidad" budista se encuentre también presente en el cólumne tratado yóguico de Sri Patanjali.

Mahasiddha Jalandharipa

tad eva-artha matra nirbhasam svarupa shunyam iva samadhih
La Perfecta Meditación
ve este mismo objeto
como su simple Si Mismo:
es Clara Luz, totalmente Vacía
de cualquier naturaleza de sí misma.

(Yoga Sutras Patanjali III.3)

 

Hoy en día cuando un buen Gurú Advaita Vedanta te explica la realidad absoluta de Brahma, te estaría explicando también acerca de la Naturaleza Búdica -solo si tu supieras entender profundamente ambas visiones. También cuando un buen Gurú Vajrayana te explicase la Vacuidad, te estaría explicando al Brahma del Advaita Vedanta, pero solo si tú supieras entender ambas tradiciones muy profundamente, pues claramente en la superficie habrán diferencias.

Es sorprendente ver que en realidad ha existido un cuerpo maternal originario de los sistemas yóguicos de los himalayas y de la visión de la realidad; y que entre los pilares fundamentales estuvo la búsqueda de (skt.) Shunyata -la vacuidad. Aunque entre las diferentes expresiones espirituales, con el tiempo y la historia claramente se fueron desarrollando diferentes lenguajes, matices y formas de expresión de los entrenamientos que revelaban esta dimensión.

Hoy en día no tenemos por que temer, ni defender a ultranza las diferencias entre ellas, pues en última instancia al estudiar estas tradiciones y sus lenguajes en los puntos esenciales es también cuando vemos la unicidad sutil e histórica que ellas reflejaron desde siempre. Después de todo, la mente conceptual es destruida en todas ellas ¿no? Para el verdadero yogui hay algo mas allá de la mente que llega a ser expresado en su meditación...esta es la verdadera tradición de los Siddhas.

 

 

jai shunyatabhagavanam

No comments:

Post a Comment